Superación

Hay amistades que nacen desde la infancia y se prolongan a lo largo de las diferentes etapas de la vida, adolescencia, juventud, mayoría de edad, etc. Se crea tal vínculo, que cuando se produce algún acontecimiento, bueno o malo, es como si le ocurriera a uno mismo.

Antonio y Daniel, son dos jóvenes  que  desde la infancia, estudian juntos, practican deporte, y toda clase de vivencias que rodea esta etapa tan bonita que es la juventud. Comparten  afición por la bici de montaña a la que dedican gran parte de su tiempo libre, haciendo recorridos por el monte. Es un deporte que lo llevan haciendo desde hace bastante tiempo, y por lo tanto son conocedores de los beneficios y riesgos que pueden tener.

En una de estas escapadas Antonio, tiene una caída y como consecuencia, sufre un desvanecimiento, haciendo que Daniel se quede muy asustado y preocupado. Al ver que su amigo no reacciona, utiliza su dispositivo móvil y llama a emergencias que rápidamente llegan al lugar del suceso y se hacen cargo del herido. Son unos momentos de desconcierto y ansiedad por saber el alcance de las posibles lesiones.

Tras las diferentes pruebas y reconocimientos detectan que sufre una lesión que le impedirá volver a caminar, y por supuesto a montar en bici. Cuando le dan la noticia, Antonio se queda muy paralizado, sin saber exactamente qué le están diciendo: “¡pero no puede ser! ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Me voy a quedar inmovilizado para siempre?” Y la pregunta inevitable, “¿por qué me ha pasado a mí?”

Estas mismas preguntas se las repetía todos los días, semanas y meses después, sin encontrar la respuesta. Tanto en Antonio como en su familia, comienza un proceso de asimilación y aceptación de que lo sucedido no tiene vuelta atrás.  Cuando toma conciencia de lo ocurrido, se da cuenta de lo rápido que fue todo. Pasa por un montón de emociones haciendo que su estado mental se derrumbe, cayendo en un transtorno depresivo o de ansiedad, con ideas  de suicidio, con síntomas de culpabilidad, falta de autoestima, alteración en las relaciones sociales, etc.

Este tipo de lesion, modificó el estilo de vida de esta persona joven llena de vida y de ilusiones, que, de momento, se vieron truncadas. Tendrá que aprender nuevas maneras, entre la vida que hacía antes, y la que tendrá que asumir con la discapacidad. Tendrá que aprender a reconocer su nuevo cuerpo y construirse una nueva forma de vivir.

El objetivo principal en este momento, es encontrar la ayuda necesaria para afrontar la situación con los diferentes cambios emocionales. En estos casos, es de suma importancia, la información y el acompañamiento social.  

Daniel estaba muy afectado por lo de su amigo. Siempre queda la duda de que podía haber hecho algo más para que Antonio no hubiera sufrido la caída, y si su ayuda fue la suficiente. Salvando estas dudas, siempre estuvo a su lado, sufriendo cuando aprarecían las crisis emocionales, y alegrándose cuando se conseguían pasos que indicaban que se iba por el buen camino.

Pasaron los años y Antonio y Daniel siguieron saliendo juntos a dar sus buenos paseos, no con la bici, por supuesto, sino por los sitios más accesibles para la silla de ruedas. En un momento dado, Antonio le comentaba a su amigo;

-Todo lo que pasó fue muy duro y he pasado por momentos malos, pero gracias al apoyo de la familia, y sobre todo, a tu compañía y amistad inquebrantable, he conseguido estabilizar mi vida, y no sentirme como un inútil.

-Fue un suceso lamentable y entiendo lo mal que lo has pasado, pues yo, sin sufrir las heridas y pérdidas  que has tenido tú, también lo he pasado muy mal. Estoy muy orgulloso de cómo lo estás superando. Con tu esfuerzo y  trabajo por superarte, nos estás dando una lección a todos.

-Cuesta mucho afrontar la realidad, pero cuando asumes que no hay vuelta atrás, es cuando empiezas a recuperar la confianza  para afrontar el futuro con la alegría  que da conseguir esos pequeños logros que te hacen volver a sentirte una persona ilusionada por la vida y feliz con los objetivos y retos que pienso lograr.

Fueron muchas horas y largas conversaciones las que unieron y afianzaron, todavía más, la unión de estas dos personas. Como consecuencia de ello, decidieron enrolarse en una asociación de parapléjicos, donde colaboran dando charlas y haciendo actividades para ayudar a nuevos  enfermos a superar los primeros momentos. En definitiva, infundir ánimo y esperanza en aquéllos que lo necesitan.

Quién le iba a decir a Antonio en los momentos más difíciles, cuando le dieron la noticia  de la discapacidad, que con el tiempo recuperaría la autoestima y sería una persona feliz por todo lo que había superado, llegando a transmitir esa felicidad a toda su familia, amistades y personas con las que se relaciona.

Lo único imposible de hacer, es aquello que no intentas.

JLuis.