La lectura

Hoy me gustaría hablar de la importancia que tiene la lectura en la vida de las personas. Cuando de niños nos enseñan a conocer las primeras letras, no somos conscientes  de que, a partir de ese  momento, comienza nuestra formación. La lectura es muy importante para el desarrollo de los niños. Aprender a leer es fundamental para tener una buena educación y formación cultural que nos permita desarrollar nuestra inteligencia.

Las personas que no sepan leer no pueden estar preparadas para futuros aprendizajes, de ahí la importancia de inculcar la lectura en edades tempranas y hacerles comprender su funcionamiento. Si hablamos  de la lectura en la adolescencia, ayuda mucho al éxito profesional en los años sucesivos. Por eso es importante fomentarla,  pues les ayuda a reflexionar y ampliar horizontes en cuanto a ocio y diversión. Aumenta y estimula la imaginación llegando a disfrutar contando una buena historia.

Leer para la mente es lo que el ejercicio físico para el cuerpo. La lectura nos ayuda a  concentrarnos y a mejorar nuestro vocabulario, también la estima y el conocimiento. Con una continuidad en la misma, comprenderemos mejor las cosas y podremos retrasar los síntomas de demencia o alzheimer cuando alcancemos la vejez.

Influye tanto en la mente como en nuestras vidas. Aumenta la capacidad mental y nos ayuda a entender mejor a los demás. Permite  identificarnos  con los personajes de la narración, y meternos en la piel de los mismos.

También ayuda a controlar el estrés, pues es una actividad relajante.  Estudiar es el mejor  remedio contra las preocupaciones. Leer un libro puede decidir el curso de la vida de una persona. La lectura mejora las relaciones sociales uniendo a las personas y dando tema para el diálogo.

Leer amplía nuestro conocimineto estimulando la imaginación y los sentidos. Las personas lectoras, desarrollan mejor la comunicación.

 “A hablar no se aprende hablando, sino leyendo”. (Cicerón)

Hasta ahora hemos hablado de la lectura visual, pero hay otro tipo de lectura que utilizan las personas ciegas o deficientes visuales a través del tacto, no es otro que el sistema Braille.

A mediados del siglo XIX, Louis Braille perdió la vista a causa de un accidente mientras jugaba. Desde ese momento dedicó todos sus esfuerzos hasta conseguir el sistema de lecto-escritura que lleva su nombre y que, pese a la ceguera, le permitió seguir leyendo y estudiando. En la actualidad se sigue utilizando permitiendo a los invidentes disfrutar de todas las ventajas que tiene la lectura.

“El que lee mucho, y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. (Miguel de Cervantes).

JLuis.